"Hace
8 años en 1903, el distinguido y conocidísimo ingeniero militar Julio Cervera Baviera
especialista en la ciencia eléctrica, después de un laborioso viaje de estudios
por Europa y por América del Norte, fundó en Valencia las Escuelas libres de
ingenieros electricistas mecánicos por correspondencia,
que tanto renombre han dado a su ilustre
fundador. Escuelas elogiadísimas por la prensa toda y que han contribuido poderosamente
á la cultura patria."......
Julio Cervera Baviera |
"
Aunque en dicha capital. Valencia, hay un despacho central para recibir y
contestar la numerosa correspondencia que
sostienen las Escuelas con sus alumnos, estas se hallan establecidas en pleno
campo, en un hermoso edificio con
extensos terrenos propiedad de la institución, en donde están los laboratorios
y material de prácticas y estudio al que constantemente se dedica el numeroso profesorado,
para celebrar consultas, resolver las dudas y ensayar en el campo cuanto á los alumnos
interesa".
Villa Amparo 20-7-1911 Revista Nuevo Mundo |
Gracias
a la foto de este artículo y otras encontradas recientemente en la Biblioteca Nacional podemos afirmar con casi seguridad que dichas escuelas de este gran científico de Segorbe (que en 1902 transmitió la voz humana sin hilos entre Alicante e Ibiza y se adelantó once años a Guillermo Marconi y Nikola Tesla en los inicios de la radio) se situaron en Quart de Poblet a principios de siglo, en la denominada Villa Amparo, en alusión a su esposa y vecina de Paterna, María de los Desamparados Giménez.
El día 15 de Febrero de 1908 se bautizó en la Iglesia de la Purísima Concepción a una niña de nombre Amparo, nacida el 11 de Febrero del mismo año. En la documentación encontrada mediante diferentes fuentes, consta textualmente que la niña había nacido en el "Mas de la Cansalá (Villa Amparo)". Sus padres eran José Fenollosa Escrich y Pilar García Pérez, ambos naturales de Segorbe.
El día 15 de Febrero de 1908 se bautizó en la Iglesia de la Purísima Concepción a una niña de nombre Amparo, nacida el 11 de Febrero del mismo año. En la documentación encontrada mediante diferentes fuentes, consta textualmente que la niña había nacido en el "Mas de la Cansalá (Villa Amparo)". Sus padres eran José Fenollosa Escrich y Pilar García Pérez, ambos naturales de Segorbe.
Durante la guerra civil esta Villa tuvo la función de Colonia Escolar, 17 fotografías encontradas en la Biblioteca Nacional nos ilustran de forma excepcional una serie de momentos dentro de las rutinas diarias de estos niños evacuados en 1936 al Levante peninsular español, procedentes en su mayoría de Madrid.
Esta Colonia Escolar se encontraba situada en la partida de
la Venta del Amparo entre la carretera de Madrid y el aeródromo de Manises,
exactamente donde actualmente se ubica la
Base de Telecomunicaciones de la ONU.
A un primer golpe de vista interpretamos que muchas de estas fotografías tienen un trasfondo propagandístico de la época, en el que se pretende ilustrar el buen hacer de las Colonias, proyecto basado en los principios de higiene, educación, alimentación, trabajo y ejercicio físico; sin olvidar momentos de juego y tranquilidad de estos niños en el campo.
La otra cara de la moneda de estas Colonias escondía una
cierta miseria, asfixiada por la progresiva escasez de alimentos y medios
provocada por el conflicto bélico al que se suma el trastorno emocional que
supone la ausencia y falta de apego de las familias que han tenido que dejar
atrás.
En una de las fotografías se pueden contar hasta 36 niños haciendo
gimnasia en la explanada del patio lateral norte de la casa. Posiblemente todas
estas fotos hayan sido realizadas en pleno verano. Algunos de los niños
aparecen descalzos, desnudos o con poca ropa. Llama especialmente la atención
la extrema delgadez de algunos de ellos, acentuada visualmente por el detalle
de sus cabezas rapadas.
Todas las fotografías parecen dirigidas y al servicio de una
posterior supervisión y aprobación superior que confirme el buen funcionamiento
y mantenimiento de las Colonias. Diferentes escenas llenas de actividad se
suceden delante del objetivo: ilustran momentos como la higiene dental de tres niños,
las duchas al aire libre de otros dos, la atención de las necesidades en las
zonas de granja con su correspondiente abastecimiento de animales o una escena
cotidiana de niñas terminando de hacer las camas.
En la zona habilitada para dar clases se puede apreciar como se diferencian a los
niños por edades en dos mesas mientras el profesor imparte la materia en la
pizarra al fondo.
Se incide con especial detalle en los hábitos de la alimentación
de los niños: la muestra es una fotografía que recoge en primer plano el
momento en el que un niño se come un guisado de patatas, acompañado de un vaso
de agua y un trozo de pan; otra instantánea, también en primer plano contempla
como un niño apura un tazón.
La parte lúdica de los niños ocupa una parte importante
dentro del reportaje gráfico: casi todas las niñas pequeñas aparecen con
muñecas en el brazo mientras que los niños juegan a hacer construcciones con
piezas de madera.
La gran calidad técnica de las fotos suponen un documento
excepcional donde el objetivo capta con gran carga emocional el enfoque de un
momento concreto de la historia bajo la tan característica luz del Levante.
Una de las mejores fotos, según nuestra opinión, es de
interior donde refleja la escena de unas niñas de entre dos y 4 años jugando
tranquilamente en la escalera que parece ser el hall de la casa y el acceso
principal a las habitaciones del segundo piso.
En la misma se aprecia que la casa estaba en buenas condiciones, con las paredes chapadas de
azulejo valenciano. En un lateral junto a la escalera cuelga un cartel
propagandístico junto a un teléfono típico de la época donde se entreleen dos
palabras que parecen indicar: "BATALLON AZAÑA". El componente
político no abandona las estancias del refugio.
Durante su estancia en Villa Amparo, muchos de estos niños nos regalaron una serie de dibujos cotidianos que hoy en día suponen un gran ejemplo gráfico del momento que permiten interpretar una realidad vivida en primera persona: momentos de la evacuación, bombardeos por la aviación facciosa o pequeños instantes en la Colonia que a través de dichas láminas permiten apreciar lo que más les llamó la atención; generalmente detalles que los niños veían desde mismo lugar.
Espectacular Javier. Enhorabuena por el artículo. Muy bueno.
ResponderEliminarGracias lluismi
EliminarInteresante entrada. Un saludo desde Segorbe.
ResponderEliminarGracias, Saludos desde Quart.
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