"Junto a la ermita hay una cruz de piedra sencilla de buen gusto. Ante esta cruz se han derramado muchas lágrimas y mucha sangre, es santa muchas veces. En tiempos de la invasión francesa presenció ella, la defensa heroica, el sacrificio de las tropas del brigadier Caro y de los habitantes del pueblo; lucha que acaso tenga más poesía de cuantas entonces se lidiaron pues representa una abnegación en cuantos tomaban parte en ella, y más que en nadie, en los infelices labradores que sacrificaron su hacienda y su vida en tan noble empresa"
(F. Muñoz Dueñas. El Globo (Madrid. 1875). 30-6-1908, n.º 11.767)
Siendo fieles a nuestro compromiso altruista e independiente por la cultura y el patrimonio, queremos dedicar en esta ocasión un artículo a un tema que históricamente ha sido motivo de debate y no exento de cierta polémica a lo largo de la historia de Quart de Poblet, rindiendo tributo a una serie de elementos de nuestro patrimonio que ya forman parte del limbo de las cosas que no volverán.
Año 1906: misa de campaña celebrada en la misa de San Onofre
con motivo de la excursión de la brigada de camilleros de la Cruz Roja a Quart de Poblet.
Revista Nuevo Mundo.
Según refleja en su diario José Serer Palacio, a principios de 1932, el Ayuntamiento dejó de dar el dinero que solía dar para Misa de once, Cuaresma y fiesta de San Onofre. El pueblo dio limosnas a cambio que no se perdiera su esplendor. También se prohibieron las procesiones y que a los entierros asistiera el clero con cruz, a pesar que en la mayoría de los pueblos de los alrededores se siguió enterrando como toda la vida.
Hubo excepciones, como la del 9 de Diciembre de 1933, en el entierro de Dolores Valldecabres Vilar, sobrina de Juan Bautista Valldecabres. Sería el primer entierro desde el advenimiento de la República en que, previo permiso del Gobernador de la Provincia, se realizara como en los viejos tiempos.
Via-Crucis.
Seis cipreses, un Via Crucis y dos cruces
Entre finales de Diciembre de 1932 y principios de 1933 se talaron los seis cipreses que habían en el calvario de la explanada de la Ermita. Había un proyecto ya en marcha en aquel lugar.
El miércoles 31 de Mayo de 1933, siendo alcalde Salvador Vila Vilar, se celebró una sesión del Ayuntamiento en la que se acordó hacer desaparecer todas las cruces existentes en el pueblo y derribar el Via-Crucis de la Ermita.
Al mismo día siguiente se quitó la cruz que había en la fachada de la Ermita y se derribaron cuatro casitas del calvario. El resto fue derribado durante los días sucesivos ante la indignación de muchos de los vecinos.
La misma suerte correría la cruz de término que desde su centro daba nombre a la Plaza de la Cruz y desde donde tradicionalmente se venían bendiciendo los campos y cosechas todos los días 3 de Mayo.
Todas las cruces del pueblo fueron derribadas salvo una: la que presidía la explanada de la Ermita junto a dos jóvenes palmeras ¿por qué su indulto?
Fue la última cruz en desaparecer
Tras el derribo del Via-Crucis comenzaron en la explanada las obras del pozo de las aguas potables ante la presencia de la cruz como único testigo de otros tiempos.
Según la tradición, aquella cruz marcaba el lugar exacto donde se encontraba la fosa donde descansaban los caídos durante la batalla de San Onofre pero hemos de recordar que en aquellos momentos la explanada era un barranco y la orientación del santuario en 1808 distaba de la de 1935.
Comprobando la escasa altura de su pedestal, no descartamos la posibilidad de que la cruz hubiera sufrido un cambio de ubicación desde la posición original.
La reciente rehabilitación del templo da fe del punto exacto de dicha fosa, así como de las sucesivas modificaciones que han alterado el templo.
Las Obras de la Explanada y el Pozo de las aguas Potables
Según los libros de actas del Ayuntamiento de Quart, el día 2 de Enero de 1935 se aprobaron jornales en las obras de la explanada de San Onofre, importantes 25 pesetas con 60 céntimos y 29 pesetas con 10 céntimos correspondientes a las semanas del 10-15 y 17-23 de Diciembre de 1934.
En la misma sesión se acordó la publicación y bando sobre condiciones y tarifas del servicio de aguas potables en arreglo al nuevo proyecto.
El día 9 de Enero de 1935 fue aprobada una relación de jornales en la semana del 30 de Diciembre al 5 de Enero en las obras de colocación de una verja en el Pozo de la Ermita. El herrero que trabajó en el pozo de las aguas potables fue Vicente Andreu que realizó la faena por el módico precio de 68 pesetas con 50 céntimos.
Entre los vecinos que trabajaban en la instalación del Agua Potable a principios de Abril se encontraban Domingo García Asensio y Antonio Sarriá Gómez.
Por aquel entonces se pagó la quinta liquidación de obras del proyecto de abastecimiento de aguas potables o lo que es lo mismo: unas 61.724 pesetas con 07 céntimos.
El 14 de Abril de 1935, haciendo coincidir con el día grande de la Segunda República, se realizó el acto de inauguración de las Aguas Potables en la explanada de la Ermita de San Onofre. Fue contratada la Banda de música de Manises mediante José Lozano y se acompañó un servicio de repostería y comestibles varios.
El día 19 de Junio de 1935 se solicitó un préstamo para sufragar el proyecto de las Aguas Potables.
Ese mismo mes, Miguel Torrent instalaba una fuente en la explanada de la Ermita, donde anteriormente hubo cipreses y también un Via Crucis. El trabajo se pagó a 11 pesetas con 50 céntimos.
Cuando comenzaron las obras del Pozo, toda la extensión de la actual Avenida de San Onofre era un hondo barranco que, tras solicitar el correspondiente permiso al Ayuntamiento, fue utilizado para depositar la tierra extraída del pozo. Resultaba más práctico y económico rellenar de tierra el barranco, evitando así el acarreo de tierra a otro lugar más lejano con sus correspondientes jornales.
1936
A principios de 1936 se plantaron árboles en el paseo de la Ermita. También por aquellas fechas, la tierra extraída del pozo de las aguas potables no dio lo suficiente como para llenar todo el barranco de la avenida y el rellenado se detuvo a la altura de la actual calle Nou d´Octubre (esquina conocida como Muebles Peyró), a unos cinco metros más, cinco metros menos de la misma.Por aquel entonces la calle Nou d´Octubre era un campo hondo con una acequia y una senda que pasaba justo por la acera de los actuales comercios Horno Frontera y bar Aragón. Conservó el mismo aspecto durante toda la Guerra Civil.
LA CRUZ DE LA ERMITA
La vida de Quart pasaba bajo el tallado artístico de la cruz de la Ermita, acogiendo desde los grandes acontecimientos públicos hasta los momentos más íntimos y secretos que en sus escalones se tejieron con emoción. Todas aquellas historias convertirían a aquella cruz en algo más que un símbolo religioso. El apego emocional hacia ella fue la que hizo que en el año 1932 no fuese derribada junto al resto. Perduraría hasta el día de su desaparición pero ¿qué es lo que ocurrió realmente?
Si nos atenemos a estos dos datos:
a) La fecha de la desaparición de la cruz de la Ermita se viene ubicando tradicionalmente siempre anterior a la Guerra Civil. Prueba de ella es el testimonio que Pep i Cento Sancho recogen en su libro "Contes per als nets" situando el momento durante la noche del 2 de Mayo de 1936.
b) La Ermita fue asaltada durante la tarde del 21 de Julio de 1936. Según cuentan varios testimonios de la época: "aquella tarde sacaron todos los objetos e imágenes de culto a la explanada como la imagen de San Onofre e hicieron una hoguera, con tan mala suerte que prendieron fuego a una de las dos palmeras que estaban frente a la puerta: la más joven y pequeña que concretamente estaba enfrente justo de la misma puerta. No pudieron hacer nada para salvarla puesto que se rompió".
Observen a continuación las siguientes fotografías:
La Guardia Civil presente en la última fotografía oficial de la cruz de la ermita.
En esta instantánea la palmera y la fachada proyectan una sombra casi cenital, aportando pistas sobre la hora en que se realizó la fotografía.
Nota: Obsérvese la ausencia de la cruz de la fachada. La sombra sobre los operarios y la fachada que muestra una inclinación que hace suponer una gran diferencia horaria entre una y otra fotografía. Sin embargo el deterioro de la fachada y los distintos detalles que aparecen no dejan duda que son fotos muy próximas en el tiempo.
En el archivo del Ayuntamiento no existe mención alguna a su desaparición. Tampoco tenemos constancia en otros documentos como el diario de José Serer Palacio, en el que sin embargo sí se muestra muy sensibilizado ante la desaparición del resto de cruces. Menciona todas salvo la más importante y querida ¿por qué ese silencio?
La desaparición de los restos de la cruz fue fotografiada. Se desconoce quien fue el autor y si fue un encargo a quien se debe.
Tenemos constancia de otros encargos fotográficos por parte del Ayuntamiento como por ejemplo el realizado el 1 de Diciembre de 1942 de 8 fotografías al Monumento de los Caídos del Cementerio. Costarían la cantidad de 75 pesetas; fotografías nada económicas en la época como para ser realizadas por un particular.
¿Qué interés puede mover el encargo de una fotografía como esta última?
Discusión en la Barbería
Recogiendo el testimonio directo de la familia Coll, se cuenta que días después de la desaparición de la cruz de la explanada, en una barbería del pueblo hubo una acalorada discusión. El tema surgió cuando uno de los asistentes se lamentó por la perdida de la cruz que habían destrozado.
Parece ser que uno de los presentes estuvo en el momento y dijo: "la cruz ni se la han llevado ni la han destrozado. La cruz ha sido guardada. Ha sido enterrada para evitar que hagan alguna barbaridad". Parece ser, según el testimonio de aquel momento, que habían sido avisados de lo que iba a suceder en los meses siguientes. ¿Cómo podían saber aquellos vecinos de lo que se avecinaba? en ese caso ¿quién les habría prevenido? si seguimos esta hipótesis sin duda habría sido alguien que apreciaba sensiblemente aquella obra de arte.
Según varios testimonios (que en todo momento han querido mantener el anonimato), la cruz—de estar aún enterrada— estaría enterrada justo en el cruce de la Avenida y la calle Nou d´Octubre (sin llegar a entrar en ella).
Cerca de la explanada de la Ermita, otro paraje pasará a la historia por la sangre allí derramada cada noche del conflicto: Les Travesseres.
¿Qué interés puede mover el encargo de una fotografía como esta última?
Discusión en la Barbería
Recogiendo el testimonio directo de la familia Coll, se cuenta que días después de la desaparición de la cruz de la explanada, en una barbería del pueblo hubo una acalorada discusión. El tema surgió cuando uno de los asistentes se lamentó por la perdida de la cruz que habían destrozado.
Parece ser que uno de los presentes estuvo en el momento y dijo: "la cruz ni se la han llevado ni la han destrozado. La cruz ha sido guardada. Ha sido enterrada para evitar que hagan alguna barbaridad". Parece ser, según el testimonio de aquel momento, que habían sido avisados de lo que iba a suceder en los meses siguientes. ¿Cómo podían saber aquellos vecinos de lo que se avecinaba? en ese caso ¿quién les habría prevenido? si seguimos esta hipótesis sin duda habría sido alguien que apreciaba sensiblemente aquella obra de arte.
Según varios testimonios (que en todo momento han querido mantener el anonimato), la cruz—de estar aún enterrada— estaría enterrada justo en el cruce de la Avenida y la calle Nou d´Octubre (sin llegar a entrar en ella).
Supuesto lugar del enterramiento de la cruz de la Ermita
1944:
El día 30 de Marzo de 1944, el alcalde Cosme Juan propuso a la Corporación la conveniencia de designar
Arquitecto para que llevara a cabo el estudio y redacción del proyecto de
reconstrucción de la Cruz de Término, frente a la ermita de San
Onofre, con el fin de solicitar la subvención del Ministerio de
Justicia con arreglo a la Orden de 5 de Febrero de 1944, auxiliándose
del escultor que considere conveniente. Para la realización del proyecto, se designó al técnico
titular Don Salvador Pascual .
El día 27 de Abril de 1944, se presentó el proyecto de diseño de reposición de la cruz de término de la villa.
El día 27 de Abril de 1944, se presentó el proyecto de diseño de reposición de la cruz de término de la villa.
El día
11 de Mayo de 1944, Cosme Juan manifestó que: "ante la proximidad de la fiesta que
el Ayuntamiento le dedica anualmente a su santo Patrón San Onofre y
teniendo en cuenta que en la margen derecha de la avenida que conduce
a la Ermita del Santo se hallan almacenados escombros, era
conveniente continuar la construcción del canal de desagüe del
barranquet en una longitud de unos cuatro metros, haciéndole la
correspondiente puerta en la parte superior para efectos de limpieza".
"En
su virtud y teniendo en cuenta que el Maestro albañil encargado de
las obras municipales ha informado de que el coste no excederá de
450 pesetas, la Corporación Municipal por unanimidad acordó que se
lleven a cabo dichas obras que se harán por administración y a
continuación el señor alcalde queda autorizado para disponer que los
escombros actualmente almacenados se viertan en el barranquet frente
al puente. Así mismo se acordó que se limpie la Avenida de hierbas
y piedras y grava, y que se hagan las obras necesarias en el exterior
de la Ermita blanqueando sus paredes exteriores".
LA CRUZ DE LES TRAVESSERES
Cerca de la explanada de la Ermita, otro paraje pasará a la historia por la sangre allí derramada cada noche del conflicto: Les Travesseres.
Era el antiguo cruce de la carretera de Manises a Aldaya. Allí, sometida al impacto acústico de los aviones y vehículos de la Nacional A-3 se alzó hasta hace bien poco otra cruz junto a un viejo olivo acribillado de balas; fue el primero en desaparecer. La cruz vio pasar los años entre unas cañas que parecían clamar contra el olvido: el mismo grito que no hace muchos años alguien quiso callar premeditadamente con una maza anónima. Los autores sabían muy bien lo que hacían: el eslabón de hierro que anclaba la cruz en su base fue serrado con gran precisión con una máquina profesional.
El corte muestra detalles como que su verdugo era una persona veterana, con oficio.
Aquel lugar parecía molestar con su recuerdo de cemento; como si el olvido le fuera en ello. Algún día se sabrá, porque al final todo se sabe...
Desapareció la cruz, como muchas antes lo han hecho en Quart, dejando los pedestales como un histórico recuerdo con los días contados.
El 24 de Noviembre de 2013 la Nacional A-3 se encontraba en obras de ampliación de sus carriles. El fin de Les Travesseres era inminente y el 14 de Marzo de 2014 llegaría a su fin el último vestigio de todo lo que fue un día.
Una pala se llevó las cañas por delante, enterrando la historia en el más absoluto de los silencios. Así es la historia cuando se le pierde el respeto y como dijo el sabio: "Todo lo escribe el tiempo".
Fuentes:
Fotografía Gómez Durán
Fondo gráfico Biblioteca Valenciana CETFA
Archivo Municipal del Excmo Ajuntament de Quart de Poblet.
Archivo Municipal del Excmo Ajuntament de Quart de Poblet.
Coll Ferrer, Vicente (1984) : "Geografía, origen e historia de la muy leal y heroica villa de Quart de Poblet".
Sancho, Pep i Cento (1993): "Contes per als nets"
Fondo Familia Coll
Fondo Familia Serer
Fondo Sergio López López
Fondo Familia Sanmartín
Fondo Juan José López Monzó
Fondo Rafa Rodrigo
Fondo Familia Coll
Fondo Familia Serer
Fondo Sergio López López
Fondo Familia Sanmartín
Fondo Juan José López Monzó
Fondo Rafa Rodrigo
Autores: Sergio López López y Javier González Villena.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMagnífico. Sencillamente magnifico.
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